How do you remember me?
lunes, 20 de mayo de 2013
domingo, 18 de marzo de 2012
jueves, 23 de junio de 2011
domingo, 1 de mayo de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
jueves, 14 de abril de 2011
martes, 12 de abril de 2011
sábado, 9 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
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martes, 22 de marzo de 2011
martes, 15 de marzo de 2011
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viernes, 25 de febrero de 2011
jueves, 24 de febrero de 2011
lunes, 21 de febrero de 2011
miércoles, 9 de febrero de 2011
lunes, 7 de febrero de 2011
domingo, 6 de febrero de 2011
domingo, 30 de enero de 2011
jueves, 27 de enero de 2011
miércoles, 26 de enero de 2011
martes, 25 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
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miércoles, 12 de enero de 2011
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 29 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
jueves, 23 de diciembre de 2010
martes, 21 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
sábado, 11 de diciembre de 2010
domingo, 5 de septiembre de 2010
martes, 31 de agosto de 2010
Había un hombre que tenia cuatro hijos. El buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente sin valorarlas en su conjunto y entonces decidió enviar a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia. Todos sabían que visitarían el mismo árbol pero desconocían que lo harían en diferentes fechas del año.
El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en el otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado, el los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto para que lo escucharan sus hermanos.
El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, el dijo que estaba cargado de flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa mas llena de gracia que jamás había visto.
El ultimo de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
Entonces el hombre les explico a sus hijos que todos tenían razón, por que ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.
El les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por solo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser solo medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tu te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.